Decir adiós no significa necesariamente que lo que acaba termine mal. Este es el caso de Sol Lagarto, que, tras anunciar su separación a principios de este año, ahora quieren poner un final feliz a esta historia de amor y música.Después de 15 años de trayectoria, más de 600 conciertos a sus espaldas y 4 discos editados, la banda barcelonesa se vuelve a subir a la furgoneta por última vez para despedirse, como no podía ser de otra forma, desde el escenario. Después de haber agotado las entradas en Zaragoza el pasado 4 de mayo, el viernes 10 es el turno de la sala Wurlitzer ballroom en Madrid, para acabar el trayecto el 31 del mismo mes en el Music Hall de Barcelona, la ciudad que les vio crecer.De esta forma, Sol Lagarto repasará sus canciones más emblemáticas una vez más, con invitados especiales para la ocasión, y tendrá la oportunidad de retornar el cariño recibido a toda aquella gente que les ha seguido a lo largo de estos años.La banda se plantea esta despedida como una fiesta en familia. Una guinda al pastel para reivindicar su música, la música en general, y en especial a las bandas que como ellos se recorren las carreteras de este país por amor al arte, eso si tienen suerte.
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